Es la fiesta completa e inolvidable. El Inter le ganó un nuevo clásico al Milan y no solo eso, con el 2-1 como visitante además se consagró campeón de la Serie A de Italia por 20ª vez en su historia. Le sacó 17 puntos de ventaja cuando quedan 15 por disputarse. Un día épico para el conjunto Nerazzurro capitaneado por Lautaro Martínez y con un equipo que marcó una diferencia tan grande con el resto como la que hay en la tabla.
Una consagración que quedará recordada por siempre para el Inter, porque significa la segunda estrella en su escudo, distinción que en Italia se otorga cada 10 campeonatos obtenidos. Por eso, los tifosi llevaron al Giuseppe Meazza banderas con dos estrellas por la consagración inminente. Además, significó ampliar una paternidad ante el Milan que está más fuerte que nunca: le ganaron por sexta vez seguida, una racha sin precedentes y también por primera vez hubo vuelta olímpica en un Derby della Madonnina.
Un título conseguido a falta de cinco fechas, como el Inter había hecho en la campaña 2006/07, y con un funcionamiento colectivo impecable. Perdió un solo partido de 33 (vs. Sassuolo al inicio de la campaña) pero con un 3-5-2 inmutable que se impuso en todas las canchas y al que podría definirse hasta aún mejor que el equipo que llegó a la final de la Champions perdida ante el City.
Con el lamento de la eliminación en esta Orejona ante el Atlético de Madrid en octavos de final por penales, el Inter se recuperó haciendo lo que se le pedía: ganar el Scudetto que la campaña anterior había sido del Napoli. Un Inter que supo sufrir con rachas de 17 años y 11 años sin ser campeón de su liga y ahora disfruta a lo grande. Además, precisamente desempató con el Milan: ahora lo superó con 20 campeonatos contra 19 mientras la Juventus lidera con 36.