Miles de personas recibieron órdenes de evacuación en el norte de California debido a un voraz incendio que avanza sin control en medio de una peligrosa ola de calor en el oeste de Estados Unidos que tiene bajo alerta a la región.
El incendio Thompson ha consumido más de 1.400 hectáreas desde que inició el martes, de acuerdo con datos oficiales. Las llamas se extienden principalmente al norte de la comunidad de Oroville, en el condado Butte.
La localidad está a unos 110 kilómetros al norte de Sacramento, la capital de California, y a tan sólo 38 de Paradise, comunidad arrasada en 2018 por el devastador incendio Camp, el más letal de la historia del estado, con unos 85 fallecidos.
“El condado (Butte) está bajo alerta roja desde anoche y se mantendrá así hasta mañana en la noche”, informó este miércoles el jefe de los bomberos en la localidad, Garrett Sjolund.
Más de 25.000 personas en el área recibieron órdenes de evacuar el miércoles.
Una preocupación adicional para las autoridades es la celebración del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, en el que por tradición se usan fuegos artificiales. Debido al avance de las llamas, la fiesta ha sido cancelada en el condado.
Unos 1.400 bomberos atacan las llamas por tierra con maquinaria pesada y por aire con aviones y helicópteros.
Sjolund informó que equipos y personal están llegando de otras regiones para reforzar las operaciones.
“Las condiciones que hay en nuestro condado este verano son muy diferentes a las que hemos experimentado los dos últimos veranos. Los combustibles son muy densos. La maleza está seca, y como se puede ver, cualquier viento moverá un incendio muy rápidamente”, dijo Sjolund.
Unas ocho personas, entre civiles y bomberos, resultaron heridas hasta ahora.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró estado de emergencia.